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martes, 17 de julio de 2012

Candente actuación de Malón en Montevideo





Malón - Herrumbre - Eslabón. Sábado 14 de julio de 2012. Platense Patín Club, Montevideo, Uruguay.


Por MG


Desde el punto de vista de quien escribe estas líneas, el recital de Malón estuvo cubierto por una suerte de pátina nostalgiosa. Imposible no recordar un 8 de julio de 1996 en Buenos Aires, Argentina, más precisamente en el boliche Cemento. En aquella ocasión, dos adolescentes traspasaban por primera vez las fronteras de la República Oriental del Uruguay con el objetivo de ir a un recital "grande" en la capital argentina.


Por aquel entonces, la banda de los ex Hermética contaba con un solo disco –Espíritu Combativo–, pero con una enorme convocatoria sustentada no solo en el currículum de sus integrantes, sino también en la calidad musical de su ópera prima, que contaba con "hits" como "Castigador por herencia", "Gatillo fácil" y "Síntoma de la infección".


Teloneados por la banda de death-thrash Escabios, Malón recorrió todos los temas de Espíritu... más varios covers de Hermética y aprovecharon para presentar dos o tres temas que habrían de ser incluidos en el inminente Justicia o Resistencia (1996).




Dieciséis años después de lo narrado, y en el marco de la gira "El regreso más esperado", Malón jugó de local en Montevideo en un colmado Platense, otrora recinto metalero por excelencia. 


Con organización de El Lado Oscuro, las bandas invitadas en esta ocasión fueron Eslabón y los eternos Herrumbre. El aire de nostalgia y recuerdo estaba nutrido por el promedio etario de la concurrencia –tres décadas como mínimo–.


Luego de una pista introductoria (un instrumental acústico de corte indígena), el (previsible) arranque fue "Síntoma...", para seguir con "Mendigos" y la grandísima "Castigador...". Tres mazazos del álbum Espíritu Combativo para que el público explotara de inmediato, pogueando, saltando y cantando a viva voz las letras completas, conservadas intactas en la memoria durante década y media.




Saludo de un Claudio O'Connor que lució su clásica remera negra con diseño de esqueleto en frente y espalda, para seguir sin mayor dilación con la serie de clásicos: "Sobaco ilustrado", "Hipotecado", "Bajo el dominio danzante", "30.000 plegarias", "Grito de Pilagá", "Culto siniestro", "Cancha de lodo", "Espíritu Combativo", "Gatillo Fácil", "Malón mestizo". Los covers de Hermética intercalados fueron: "Cráneo candente", "Vida impersonal", "Sepulcro civil", "Víctimas del vaciamiento", "Tú eres su seguridad", "Memoria de siglos", "Evitando el ablande", "Vientos de poder" y una arrolladora "Soy de la esquina" para cerrar una auténtica fiesta.


Buen sonido, contundente y claro, que permitió que el Pato Strunz se luciera con su doble bombo y Cuadrado hiciera lo propio con su bajo. Los músicos estaban particularmente distendidos y se notaba que la pasaron bien. Tan es así que el vocalista entró fuera de tiempo un par de veces y dejó de cantar otras tantas. Nada grave. Todo lo contrario, fue bastante gracioso cuando en el arranque de una canción, el lungo cantante escupió los primeros versos de "Sepulcro civil", la cual ya habían interpretado: stop, las disculpas del caso y comenzar de nuevo para interpretar, ahora sí, "Evitando el ablande".




 El Tano Romano y compañía presentaron un tema nuevo, "Abran cancha", con un  sabor al Metallica de Death Magnetic. Muy bueno, pesado, con un riff rápido y unos cortes sumamente "gancheros". 


Pasando raya, un toque muy, muy disfrutable, en el que el grupo arañó la treintena de canciones. Definitivamente, y por suerte, la "M" no murió.




Las fotos pertenecen a El Lado Oscuro.

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