El especialísimo tour de Helloween Pumpkins United pisó suelo porteño para el deleite de un Luna Park repleto, en el que reinó un clima festivo de principio a fin.
Por MG
Calabazas, calabazas y más calabazas; el show definitivo de Helloween. Los tres cantantes de su prolífica historia más Michael Weikath, Sascha Gerstner, Markus Grosskopf y Dani Löble en un concierto muy bien planificado que recorrió toda la carrera de los alemanes.
Después de 24 años, Michael Kiske volvió a compartir escenario con sus antiguos compañeros y demostró que su voz está intacta.
Hubo temas a dúo, temas cantados sólo por Kiske y otros sólo por Andreas Deris. Andi se ha ganado al público en más de veinte años a fuerza de un gran carisma y mucha simpatía, además de hablar un correcto español, lo que le permite narrar alguna anécdota o chiste por esta parte del mundo.
Lo que vimos fue una banda bien ensamblada, sin estrellas, sin divismos; perfecta comunión y camaradería (al menos es lo que transmiten).
Los máximos exponentes del “metal sonriente” (si se me permite la figura) tocaron la friolera de 2 horas y 50 minutos.
El arranque fue con “Halloween”, para seguir con “Dr. Stein” y “I'm Alive”.
Merece un apunte especial la utilización de la pantalla gigante: un clip -sobre todo animaciones- para cada uno de los temas, explotando al máximo la amplia imaginería de Helloween (logos, tapas, personajes, paisajes, calabazas, etc.). Entre cada canción (o casi) se proyectó un corto de los nuevos personajes/mascotas, Seth y Doc, una suerte de Beavis and Butthead o Wayne y Garth, con cabezas de calabaza y sin capacidad de hablar (sólo gruñidos y sonidos guturales), que se divertían con todo tipo de objetos relacionados con la banda para luego arrojarlos a una marmita (Better tha raw style), parte inferior de una máquina “infernal”, compuesta por diferentes elementos de la parafernalia helloweenesca: un enorme anillo con todas las tapas de los discos grabadas, burbujas rosadas, el conejo de Rabbit..., un monito de Pink Bubbles..., la ruleta de Gambling..., las cuchillas de 7 Sinners, la rockola de Metal Jukebox, entre otros.
El setlist fue casi perfecto. Sonaron algunas canciones prescindibles para mi gusto: “Waiting for the thunder”, “Why?”, la gastadísima “If I could fly”, la edulcorada “Forever and one” (Deris-Kiske) y “Perfect gentleman”. Pero, ojo, estos temas cobran fuerza y magia especiales en vivo, complementados también por las muy buenas animaciones.
El pico de la noche, el momento más álgido, fue el “Kai Hansen Medley: simplemente brutal. El siempre glamoroso líder de Gamma Ray se calzó el brazalete de capitán para interpretar “Starlight”, “Ride the sky”, “Judas” y “Heavy metal is tha law”. Una aplanadora.
Otro momento especial, “Kids of the century”, con un Kiske magistral, ante algunos rostros entre impávidos, desorientados y curiosos; Pink bubbles... no es de los discos más populares y las audiencias adolescentes o muy jóvenes seguramente estén habituados a la “era Deris”.
Posteriormente llegó el momento de rendirle tributo al difunto baterista Ingo Schwichtenberg. Este consistió en la reproducción de un solo de batería del malogrado músico y una sucesión de varias fotografías. Poco después, Dani tocó el mismo solo sobre la pista de Ingo.
“A little time”, precedido por un fragmento de “Livin' ain't no crime”, fue uno de los momentos más emotivos e intensos. Luego, Deris presento “How many tears” como “el primer tema que escuché de Helloween por el año 1985”: con Kiske en vocales, simplemente espectacular.
Lanzaron una bomba tras otra: “I can”, “Power”, “Sole survivor”.
Es destacable la simbiosis entre Deris y Kiske (este último bajó del escenario para saludar a los fans más cercanos) y, por extensión, con el resto de la banda.
Kai Hansen demostro humildad y un perfil bajísimo, jugando para el equipo.
La primera tanda de bises vino con la celebradísimo “Eagle fly free” y “Keeper of the seven keys”; “Otro tema de 15 minutos... ustedes lo pidieron”, señaló Kiske, cuyo nombre fue coreado innumerables veces.
El segundo encore, como era de prever, llegó con “Future world” y el himno, “I want out” (ambos temas de Hansen). Un final a toda fiesta con grandes pelotas de playa negras y anaranjadas y una lluvia de confeti.
¿Es Pupmkins United una gira planeada magistralmente -centrada en tiempos pasados- para hacer dinero? Probablemente. ¿Nos importa? Por supuesto que no... en absoluto. Nosotros, público, fans, chochos de la vida.
Siete anillos, siete llaves, siete músicos y una auténtica celebración de los maestros del power metal alemán.
No te gustan las calabazas; siete platos.
Helloween setlis, 02.11.17, Buenos Aires
1. Halloween
(with Michael Kiske & Andi Deris)
2. Dr. Stein
(with Michael Kiske & Andi Deris)
3. I'm Alive
(with Michael Kiske)
4. If I Could Fly
(with Andi Deris)
5. Are You Metal?
(with Andi Deris)
6. Kids of the Century
(with Michael Kiske)
7. Waiting for the Thunder
(with Andi Deris)
8. Perfect Gentleman
(with Michael Kiske & Andi Deris)
9. Starlight / Ride the Sky / Judas / Heavy Metal (Is the Law)
(with Kai Hansen) ('Heavy Metal (Is the Law)' played in full)
10. Forever and One (Neverland)
(with Michael Kiske & Andi Deris)
11. A Tale That Wasn't Right
(with Michael Kiske & Andi Deris)
12. I Can
(with Andi Deris)
13. Drum Solo
(Dani Löble & Ingo 'battle')
14. Ingo Tribute
15. Livin' Ain't No Crime / A Little Time
(with Michael Kiske) ('A Little Time' played in full)
16. Why?
(with Michael Kiske & Andi Deris)
17. Sole Survivor
(with Andi Deris)
18. Power
(with Andi Deris)
19. How Many Tears
(with Andi Deris, Michael… more )
20. Encore:
21. Invitation
22. Eagle Fly Free
(with Michael Kiske)
23. Keeper of the Seven Keys
(with Michael Kiske & Andi Deris)
24. Encore 2:
25. Future World
(with Michael Kiske)
26. I Want Out
(with Michael Kiske & Andi Deris)
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